Comida típica de París, France
Refinados sabores y delicadas texturas con intensos colores que enamoran cualquier paladar, es así como podemos describir la gastronomía de esta bella ciudad
En este destino la gastronomía es sinónimo de arte y sus platillos se elaboran con tal delicadeza que no se pueden comparar con los de ningún otro lugar. Es tal la variedad y riqueza culinaria con la que cuenta que es casi imposible resistirse a tan exquisita tradición. Las entreé o entradas, suelen ser más ligeras que en otros destinos y generalmente consisten en frescas ensaladas, patés y sopas. El plat principal, también llamadoplat de résistance o plato fuerte, es a base de carnes o pescado que se puede acompañar con arroz, pasta o vegetales. Entre los platillos principales de París podemos mencionar la clásica Soupe a L’Oignon o sopa de cebolla, que se prepara con mantequilla y quesos; los exquisitos omelettes rellenos, tortillas de huevo que se rellenan con champiñones, jamón, queso y otros ingredientes.
Otra exquisita especialidad de la Ciudad de la Luz es el popular canard a l’orange, pato a la naranja, que se cocina asado y a fuego lento; el Coq au vin, que se prepara con pollo y vegetales sazonado con vino y finas especias; los escargots, deliciosos caracoles sazonados con ajo, mantequilla y perejil y el Foie de canard, exquisito paté de pato preparado al gusto. Además está el Quenelle, que es una pasta que se mezcla con harina, leche y huevo y se acompaña con carne de ternera o ave, se sirve con salsa bechamel o de jitomate; el famoso Ratatouille, mezcla de vegetales incluyendo jitomates, ajo, pimientos, cebollas, calabacín y berenjenas freídos en aceite de oliva y sazonado con hierbas como tomillo y romero, este platillo se puede servir solo, con arroz o como guarnición de algún platillo fuerte a base de pescado o carnes.
También es muy común pedir una tabla de quesos con una exquisita selección que puede incluir camembert, brie, roquefort, boursin y el vieux boulogne, después del plato principal y antes del postre, acompañado de una copa de vino tinto; finalmente, el postre puede ser simplemente fruta o yogurt.
Es común el consumo de café, Armañac, coñac o aguardientes de fruta, aunque también es habitual el consumo de cerveza como tradicionales digestivos parisinos; y para acompañar cualquiera de estos platillos lo más común es disfrutar una buena copa de vino, cuyo color depende del plato que se vaya a consumir, incluyendo la famosa champaña.